Es un mal día no una mala vida.

Aprender que no podemos controlar todo aquello que nos rodea es parte de tener inteligencia emocional. El reconocer que siempre habrá situaciones fuera de nuestro alcance refuerza la resilencia sobre situaciones del día a día, sin embargo no siempre es así.

En mi experiencia he tenido que manejar estos sucesos con bastante dificultad. Depresión, ansiedad y desanimo sobre aquello que no nos resulta sobre lo planeado.

Hablamos de planes de escape, consejos y chequeos, pero ¿que hay de mi estrategia personal? Es más sencilla de lo que plantean los seudo expertos en la materia de salud mental. De hecho he comprobado que son cosas tan básicas que por ser básicas se pasan de largo.

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